Se conoce con este nombre a la mezcla constituida por materiales inertes (agregados finos y gruesos) que se unen por medio de una pasta de cemento y agua, que actúa como elemento activo ligante; la que una vez endurecida adquiere consistencia pétrea.
La pasta recubre las partículas inertes, ligándolas entre si, conformando un sólido cuyas principales características son la resistencia y durabilidad. Estas dependen de la relación agua, cemento, la calidad y cantidad de los materiales y también de la tecnología (preparación, colado y curado) empleada.
Los componentes del hormigón son el cemento Pórtland, los agregados finos y gruesos y el agua de amasado.
Para estructuras corrientes se usan dos tipos fundamentales de cemento, el cemento Pórtland normal y el de alta resistencia inicial, en los cuales varia el tiempo en el que el hormigón adquiere resistencia.
Los agregados finos son las arenas naturales y artificiales, que deben estar limpias y libres de impurezas orgánicas, arcillas o limo y de inclusiones salinas.
Los agregados gruesos son de mayor tamaño que los anteriores, siendo su tamaño máximo limitado por el espesor del elemento estructural a construir. En general no debe superar 1/3 del espesor del elemento. Este agregado debe ser sano, no friable, libre de impurezas y de forma poliédrica.
En realidad los agregados finos y gruesos no son absolutamente inertes. En mayor o menor escala se producen reacciones químicas entre los áridos y la pasta de cemento.
El agua de amasado debe ser limpia. En general el agua potable es apta para el amasado del hormigón.
El hormigón no es un material que adquiera forma por si solo, con lo cual se utilizan estructuras temporales llamadas encofrados, que pueden considerarse como un ¨molde¨, son relativamente rústicos en general de madera cuando contienen gran cantidad de material, cuando trabajamos en pequeñas cantidades podemos obtener moldes con otro tipo de material siempre y cuando mantenga su forma.
En este caso utilice tubos de cartón como moldes a los cuales les agregue una base de cartón que uní con bastante cinta adhesiva. En los primeros dos vacié una mezcla previa de cemento y agua, lo cual comprobé que el cemento al desmoldarlo no quedo muy resistente.
Para las otras dos patas utilice cemento agua y bolitas de tergopor, una vez volcado en los tubos les agregue dos trozos de alambre dulce de manera que quedaran expuestos.
Para hacer la pieza que va a ir sobre las cuatro patas, tome como molde una tapa de caja de cartón a la cual reforcé con cinta, y previo al vaciado realice unos cilindros de arcillas los cuales dispuse donde mas tarde irían las patas, luego cubrí con una capa de trozos de cerámico y finalmente volqué el mezcla hecha con cemento, agua y arena.
Luego de un día de secado retire los cilindros de arcilla y fui rompiendo el molde de cartón descubriendo la forma obtenida.
A dicho pieza ya seca con sus cuatro orificios que traspasaba la forma obtenida, lo monte sobre las cuatro patas, ya secas y desmoldadas, pasando los alambres por los orificios e introduje mezcla de cemento, agua y arena, por dichas aberturas hasta que alcanzara a contactarse con el cemento de las patas, para unir las partes. Una vez seco observe que las patas que tenían alambre se unieron bien, no así las otras dos.
De los materiales hasta ahora estudiados, el cemento es el que mas planeamiento necesita, su consistencia, la falta de ductibilidad una vez seco, su manera de unirse con otras piezas hacen que proyectos pensados para hacerlos con este material sea descartados. Para lo cual es necesarios hacer algunas lineas previas de lo que queremos lograr.
